El nombre Citrino proviene «Citron» (Limón, en francés) ya que tiene color amarillo.
Antiguamente el Citrino se utilizaba como talismán para protegerse contra la peste, problemas de piel y pensamientos perversos, también se realizaban hechizo contra las mordeduras de serpiente.
El Citrino promueve la tranquilidad y la estabilidad, se relaciona con la prosperidad y la generosidad.
Ayuda a tener buen humo aumentando el poder de concentración.
Muy indicado en casos de depresión, manías, fóbias o complejos.
Activa las facultades mentales, desvía la negatividad del entorno y emite una frecuencia de enorme poder curativo.