La piedra ágata recibe su nombre de Achates, un río de Sicilia donde se dice que se encontró la primera de las ágatas en Europa. Se cuenta que eran restos del interior de los dioses, por la forma y composición, que recuerdan a conjuntos celulares de humanos. Por ello también era nombrada como la piedra de la ciencia, que curaba las picaduras de escorpiones y arañas. En la cultura islámica, el ágata es una piedra muy venerada, ya que representa la longevidad.
Ágata en rituales y como talismán
De siempre, el ágata ha sido utilizada como amuleto. Ya en la antigüedad se utilizaba como remedio para problemas como la epilepsia, infecciones, dolores musculares o problemas digestivos. Las piedras tienen mucha energía concentrada, y favorecen la espiritualidad. Siempre otorgan un mayor poder a cualquier ritual que se realice. Cada piedra tiene unas vibraciones concretas, en función de su color y material, que influyen y tienen un efecto directo en las emociones de las personas. Para estar siempre protegidos, la piedra debe estar constantemente en contacto con el cuerpo de la persona, por lo que llevarlo en una pieza de joyería, como en un collar colgado es una muy buena opción. Para rituales o ceremonias puntuales deben colocarse en el altar, junto al resto de materiales, para potenciar el poder del ritual.
Características y propiedades de la piedra ágata
El ágata es un protector de influencias y energías negativas, además de evitar problemas con el entorno. Es una piedra que aporta seguridad y carisma en la persona que la porta, y hace que esa alegría y bienestar se traslade a quienes le rodean.
El ágata también tiene atribuidos poderes curativos. Es una piedra muy beneficiosa para sanar enfermedades de tipo psicosomático. Portar un ágata ayuda a evitar contraer enfermedades digestivas y ayuda a mantener el equilibrio. También es una piedra indicada para la potenciación de la fertilidad. Cuando una pareja, o una mujer, quiere quedarse embarazada, es bueno llevar colgada una piedra de ágata en todo momento, ya que favorece la fertilidad, previene abortos y también dolencias o problemas durante el embarazo.
El ágata es una piedra muy indicada para llevar en época de cambios. Cuando hay un cambio de residencia, de casa, de trabajo, o un nuevo miembro en la familia, una nueva pareja, etc. el ágata es una piedra fortalecedora del organismo a nivel general, especialmente proporcionando una sensación de paz a nivel mental y emocional que se necesita ante los cabios en la vida.
En casos de desengaños amorosos, la piedra ágata también es muy efectiva, eliminando las malas energías y consiguiendo atraer las buenas vibraciones. Ayuda a superar el momento de la ruptura sentimental y favorece a mirar el futuro con esperanza y optimismo. Al ser una piedra muy indicada para eliminar el mal de ojo, también es atrayente de la buena suerte y los buenos pensamientos, así que en momentos de una inestabilidad emocional, llevar un ágata o realizar un ritual con una piedra de ágata puede resultar muy beneficioso.
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