Este ejercicio es muy fácil, se trata de poner la mano debajo del grifo y dejar que caiga agua fría. Seguidamente notarás la mano mojada y fría, el ejercicio trata de intentar modificar la realizad. Debemos esforzarnos en pensar que el agua que le cae en la mano es caliente y ya veréis que poco a poco el agua fría se va templando.
Los primeros ejercicios el cambio se sucederá muy lentamente, pero a medida que se vaya repitiendo el ejercicio pasarás del agua fría al agua caliente más rápido.
Hay que tener en cuenta que no podemos «hacer trampa», no podemos imaginar durante el ejercicio porque perdería su efecto, es decir, no podemos por ejemplo imaginar que tenemos una llama de fuego al lado de la mano.
Este ejercicio nos ayudará a reforzar la seguridad en nosotros mismo y a soportar mejor las dificultades y contratiempos que se nos van presentando en la vida.
Tarotista y vidente profesional Fátima Molina
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