Es cierto que la vela negra es una de las más especiales y poderosas. Es muy respetada por el gran poder energético que tiene, y su principal uso es para rituales negativos o para infundir el mal, pero con la fuerza y la capacidad de atraer y absorber la negatividad, también se puede utilizar en rituales positivos, pero hay que saber cómo y cuándo.
El negro es representación de tinieblas, de luto, de oscuro. Pero en el contexto de la magia de las velas, el negro es también el aglutinador de todos los colores, por lo que también se utiliza para recoger toda la energía negativa y eliminarla del ambiente. Es una vela neutralizadora entre el bien y el mal. Además, es símbolo de tinieblas, pero también de abrirse paso entre ellas hacia la luz, por lo que se puede utilizar en rituales de apertura de caminos.
Lo más importante es que una vela negra nunca puede encenderse cuando la luna está en su fase creciente, porque el mal aumenta. Sin embargo, un ritual con una vela negra cuando la luna está menguante es perfecto para atraer energía positiva y desprender la negativa. En luna nueva o llena, son los dos momentos en los que los rituales con vela negra y vela blanca para la purificación y atracción del bien mejor funcionan. Al ser el negro un complemento del blanco, ambas velas juntas ejercen un poder estable y de equilibrio que favorece la armonía y desprende buenas vibraciones.
Los mejores elementos o momentos para rituales con velas negras
El mejor día para hacer rituales con velas negras es el sábado, aunque lo que más influye es la fase lunar.
La mejor hora es la el amanecer, el momento justo en el que se va la luna y se abre el sol por el horizonte. Ese momento justo en el que la fuerza fluye.
La flor con la que debe acompañarse un ritual con vela negra es la orquídea, que neutraliza la energía.
El número al que se le asocia la vela negra es el ocho, que es la representación del infinito y de la victoria de la luz sobre la oscuridad.
El incienso que se debe utilizar en los rituales con velas negras es el de orquídea y el de eucalipto, que purifica el ambiente. También es bueno ungir las manos en esencia o aceite de avellana antes del ritual, ya que aporta equilibrio interior que se refleja en el exterior.
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Tarotista y vidente profesional Fátima Molina
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